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Vendido
La calavera en el budismo se reconoce a menudo como un símbolo de impermanencia. Este collar es un poderoso recordatorio de estar aquí ahora y vivir el momento presente; porque nada es permanente, todo es posible.
En el Himalaya, es típico que animales grandes como el yak o el búfalo de agua se utilicen para servicios, comida, vestimenta y artículos rituales. Dada la cantidad limitada de recursos y las prácticas religiosas de la gente de la región, es importante que ninguno de los animales se desperdicie. Estos increíbles colgantes de hueso están hechos a mano por artesanos que reciclan y reutilizan todo en la vida diaria y la práctica espiritual.
El collar mide aproximadamente 30 pulgadas de diámetro. El colgante mide aproximadamente 2,25 pulgadas de alto desde la bala y 2,75 pulgadas de ancho.